Practicando el francés
Me he apuntado a un curso de francés en la Universidad a Distancia y de momento los resultados están siendo... digamos que peculiares. Simplemente comprar los libros ya fue raro, raro, raro, porque yo llegué con toda mi buena fe y mi absoluto desconocimiento de la lengua de Flaubert y le solté de carrerilla a la dependienta:
- Quisiera el manual de francés (leer tal cual) “Repetitión generalé, Metodé de fransé langué etrangeré en cuatre actés, primeré partié”.
Además yo todo orgulloso pensando que lo había dicho a las mil maravillas porque sabía que en francés se acentúa siempre la última sílaba. Pero la chica creo que pensó que le hablaba en alemán, porque me respondió:
- ¿Ein?
Así que le alargué el papelillo en el que lo llevaba escrito y entonces se ve que lo entendió mejor y dijo en un perfecto castellano:
- Ahhhhhhh
Después le pedí un diccionario Francés- Español / Español- Francés o viceversa, y me llevó hasta uno que según creía ella era el mejor. Ya lo será, ya, porque más que un diccionario parece un minipiso. Y encima, para quedar como un señor, cuando me dijo que se llamaba Diccionario General le respondí: Oiga, yo de momento me conformo con un cabo primero.
A la muchacha le hizo tanta gracia que miró el reloj y resopló. Y para rematar la conexión cósmica que se había creado entre nosotros le dije: ¿Esto te lo llevan a casa como en Ikea? Es que me he dejado el carretillo en el huerto.
Bueno, pues el caso es que ahora tengo una dependienta que me odia, un diccionario del tamaño de un armario ropero y un brazo más largo que el otro porque no... no hacen entregas a domicilio.
Eso sí, je parlé fransé fatalé todavié, porque claro, en estos cursos a distancia, lo que se dice hablar, no se habla mucho. Me había propuesto buscar a gente con quien poder conversar en el idioma de Marlene Morreau y así aprender a pronunciar correctamente, pero no me veo yo poniendo en el periódico un anuncio que diga “Necesito a alguien para practicar el francés” porque puede dar lugar a equívoco. Que ya me ha pasado a mí que respondí a uno de una señorita que decía practicar francés y griego y resultó no tener nada que ver con los idiomas. Si ya me pareció raro que se llamase Madame Afrodita. Pero pensé que sería una parisina excéntrica.
Hala, voy a seguir con lo mío a ver si aprendo a decir algo más que guayomini dua pua, teté de le course y cruasán a la plancha para ver si por fin puedo leer a Rimbaud, Baudelaire, Balzac o Voltaire en versión original.
- Quisiera el manual de francés (leer tal cual) “Repetitión generalé, Metodé de fransé langué etrangeré en cuatre actés, primeré partié”.
Además yo todo orgulloso pensando que lo había dicho a las mil maravillas porque sabía que en francés se acentúa siempre la última sílaba. Pero la chica creo que pensó que le hablaba en alemán, porque me respondió:
- ¿Ein?
Así que le alargué el papelillo en el que lo llevaba escrito y entonces se ve que lo entendió mejor y dijo en un perfecto castellano:
- Ahhhhhhh
Después le pedí un diccionario Francés- Español / Español- Francés o viceversa, y me llevó hasta uno que según creía ella era el mejor. Ya lo será, ya, porque más que un diccionario parece un minipiso. Y encima, para quedar como un señor, cuando me dijo que se llamaba Diccionario General le respondí: Oiga, yo de momento me conformo con un cabo primero.
A la muchacha le hizo tanta gracia que miró el reloj y resopló. Y para rematar la conexión cósmica que se había creado entre nosotros le dije: ¿Esto te lo llevan a casa como en Ikea? Es que me he dejado el carretillo en el huerto.
Bueno, pues el caso es que ahora tengo una dependienta que me odia, un diccionario del tamaño de un armario ropero y un brazo más largo que el otro porque no... no hacen entregas a domicilio.
Eso sí, je parlé fransé fatalé todavié, porque claro, en estos cursos a distancia, lo que se dice hablar, no se habla mucho. Me había propuesto buscar a gente con quien poder conversar en el idioma de Marlene Morreau y así aprender a pronunciar correctamente, pero no me veo yo poniendo en el periódico un anuncio que diga “Necesito a alguien para practicar el francés” porque puede dar lugar a equívoco. Que ya me ha pasado a mí que respondí a uno de una señorita que decía practicar francés y griego y resultó no tener nada que ver con los idiomas. Si ya me pareció raro que se llamase Madame Afrodita. Pero pensé que sería una parisina excéntrica.
Hala, voy a seguir con lo mío a ver si aprendo a decir algo más que guayomini dua pua, teté de le course y cruasán a la plancha para ver si por fin puedo leer a Rimbaud, Baudelaire, Balzac o Voltaire en versión original.