La mirada atónita

de la sección del mismo nombre en el programa Punt de Llibre de Radio Barcelona
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martes, octubre 28, 2008

Si la tele lo dice

(Tras una tertulia de la Bookería sobre planes de lectura)

Hombre, pues si se me permite meter baza en esto de los planes de lectura, yo tengo que confesar que hacer hago muchos, pero que no cumplo ninguno. Es lo que tiene ser inconstante de vocación. Y ya voy a lo mío que luego dicen que me meto dónde no me llaman. Sobre todo que conste que no es que yo sea de escuchar conversaciones ajenas, pero como la gente tiene la costumbre de hablar en voz alta en vez de usar la telepatía y yo tengo estas dos orejas como dos soles pues pasa lo que pasa…

Y no se crean, que muchas veces, tener los pabellones auditivos como la antena que usaba Jodie Foster en Contact te obliga a oír unas marcianadas que ríanse de cualquier señal proveniente del espacio exterior. Les aseguro que podría vivir tranquilamente sin haberme enterado en la cola del super de que a la del quinto le ha salido un golondrino sobaquero por culpa del sujetador de oferta que se compró para una boda o que el niño de los Gutierrez no come más que "filet mignon".

Pero de vez en cuando uno capta conversaciones que despiertan su atención. Ocurrió hace cosa de dos semanas. Dos mujeres de mediana edad mantenían la siguiente conversación:

-No puede ser.
-Que sí, que te digo que es verdad, que el castellano surgió en Valderredible
-¿En el pueblo de tu marido?
-Sí señora, en Valderredible, Cantabria. Para que lo sepas.
-No puede ser.
-Ya ves que si puede ser.¡ Lo ha dicho la tele!

Pues sí, ahora resulta que las lenguas nacen como los champiñones, así como por generación espontánea debajo de un roble. Pero dejemos esto de lado que no será este humilde tripitidor de primero de filología quien entre a polemizar con el Presidente de Cantabria y el profesor Caplan, que es un lingüísta con nombre de adivino de tele local.

Lo que realmente llamó mi atención fue que se le concediera tal credibilidad a la televisión. ¡Lo ha dicho la tele! Palabra de Dios, te alabamos señor. Da la sensación de que hemos avanzado poco desde la Edad Media, cuando los autores del Mester de Clerecía, justificaban la veracidad de los hechos que narraban diciendo que los habían encontrado escritos en otros textos. El “está escrito” de entonces equivaldría al “lo ha dicho la tele” de ahora. Eso explica que las gentes medievales creyeran a pies juntillas que algunos caballeros partían en dos a sus enemigos de un mandoble, que luchaban contra dragones o que se les aparecían todos los santos en persona. Y eso explica también que las gentes del siglo XXI creamos a pies juntillas lo que nos cuentan los informativos, los programas de investigación, los diarios de Patricias y Norias varias.

Si al final la culpa de todo no va a ser de Yoko Ono, sino de Gonzálo de Berceo. Un consejo: Hagan como Santo Tomás y de lo que vean y escuchen en los medios de comunicación piensen que la mitad puede ser metira y la otra mitad media verdad. Empezando, por supuesto, por esta sección.

1 Comments:

  • At 1:15 p. m., Blogger Yaz said…

    Le felicito por esa su vocación de inconstante. ¿Plan de lectura? A lo mejor eso es lo que manda la razón y el buen criterio, sobre todo para los estudiosos. No me va a negar, sin embargo, que leer sin plan, a lo que aparezca, es más divertido. Dejar que las ideas más disímiles dialoguen allá en la cabeza, que debatan, que copulen. Algo bueno saldrá de ese junte.

    Gracias por el útil y sabio consejo que nos da. Lástima que sea tan difícil de seguir en estos tiempos de incertidumbre. Fíjese usted, si hasta nos han quitado a Plutón, que ya no es planeta y el limbo nos lo clausuraron sin más ni más. Ahora sin la autoridad sagrada de la tele, ¿qué certezas, qué asideros, nos quedarán a nosotros, las pobres gentes de a pie? :)
    Yaz

     

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