La mirada atónita

de la sección del mismo nombre en el programa Punt de Llibre de Radio Barcelona
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sábado, febrero 14, 2009

Patatas innobles

Con patatas terminé la semana pasada y con patatas empiezo hoy, porque se ha celebrado en Vitoria-Gasteiz el III Congreso Iberoamericano de la patata bajo el lema: La papa, un tesoro enterrado. Sorprendentemente no ha asistido el señor McKane, que al parecer anda ocupado intentando gobernar el mundo, pero quién sí nos ha deleitado con su presencia ha sido Pamela Anderson... Sí, yo también pensé lo mismo que ustedes, que Pamela Anderson pega más en un congreso sobre melones que sobre patatas, pero es que no se trataba de la vigilante de la playa, sino de la Directora General del Centro Internacional de la Papa, de Perú, que se llama igual que la actriz hinchable, pero que es una reputada investigadora de temas tan serios como reducir el hambre y la pobreza a través del cultivo de la patata.

Y mientras la señora Anderson y su equipo estudian cosas tan necesarias e importantes, otros científicos dedican su tiempo y sus subvenciones a descubrir, por ejemplo, que las ganancias de una bailarina de striptease dependen de su ciclo menstrual, o investigan el efecto de la respiración forzada por un solo agujero de la nariz sobre la capacidad cognitiva, o calculan la forma óptima de mojar una galleta.

Que no digo yo que no sean interesantes y útiles, pero me reconocerán que cuando menos son curiosos. Y por cierto, todos son reales y merecedores del Premio IG Nobel, que viene a ser como el que entrega la Academia sueca pero de risa. Médicos, físicos, químicos, economístas, escritores y toda clase de investigadores son galardonados cada año con el IG Nobel de turno.

Por cierto, un saludo desde aquí a los profesores de la Universidad de Barcelona que lo ganaron el año pasado, en el apartado de lingüística, por su estudio que demuestra que las ratas a veces no distinguen entre el japonés y el holandés cuando las personas hablan esas lenguas al revés. Y a Don Eduardo Segura, de Valls, ganador del premio en 2002, en el apartado de higiene, por inventar una lavadora automática de perros y gatos.

Lo bueno de estos premios es que, como son simpáticos, eximen a los intelectuales de turno de tener que empollarse deprisa y corriendo la obra y milagros de alguien de quien no han oído hablar en la vida, como ha pasado con Le Clezio. Yo me imagino a los académicos suecos reunidos, riéndose por lo bajinis y diciendo: Vamos a buscar uno que no conozcan, ya veréis que risa... venga, Wislawa Szimborska que encima es dificil de pronunciar.

Antes de despedirme no puedo dejar de mencionar mi premio IG Nobel favorito: Premio Ig Nobel de la paz 2007 al "Laboratorio de la Fuerza Aérea Patterson Wright, en Dayton (Ohio), que sopesó la posibilidad de fabricar una bomba gay, compuesta de feromonas, para provocar la homosexualidad en el enemigo y con ello minar la moral y la disciplina de las tropas." ¿Se imaginan al ejército talibán a ritmo del YMCA de los Village People?