Deporte con mucho porte
Si por algo he destacado siempre es por ser un gran deportista. De niño jugué a futbito durante un par de años y fui titular indiscutible de banquillo. De adolescente, como el puesto de calientabanquillos no me garantizaba un futuro en el mundo del deporte, cambié el futbito por el futbolín, una actividad que no puedo entender que no sea olímpica, sobre todo viendo que el salto de altura lo es. Uno puede ganar medallas por lanzarse por encima de un simple listón y en cambio, por algo mucho más complicado como saltar(se) un montón de clases de dibujo para jugar al futbolín a mí sólo me daban pescozones. Después lo intenté con el curling, ese deporte que es como la petanca sobre hielo. Consiste básicamente en que una persona lanza un disco hacia una diana pintada en el suelo y otras dos van barriendo por delante de él para que deslice bien. Yo siempre me imaginaba ataviado con los colores patrios en las Olimpiadas diciendo: ¡He llegado aquí porque soy el que mejor barre de mi país!... Pero por desgracia me tuve que retirar antes de tiempo; No ganaba para descongestionantes nasales. De todos modos, aún hoy sigo siendo todo un atleta en otra disciplina. Soy el rey de los dos kilómetros marcha de la “ruta del colesterol” de mi pueblo. Nadie consigue adelantarme y eso que compito con gente muy experimentada... al menos en la vida... de hecho el más joven de mis rivales tiene 75 años. Y qué guapos que vamos todos con nuestro chandal por la orilla del río, que parece que nos hemos escapado de una copla de Martirio.
Lo que me extraña es que siendo, como soy, un monstruo del deporte, el autor salmantino Juan Antonio González Iglesias no me haya dedicado todavía un poema. ¿Qué tiene la selección española de gimnasia que no tenga yo? ¿Por qué un poema a un lanzador de martillo chino y no a mí? Espero, señor González Iglesias que me tenga usted en cuenta en su próximo poemario sobre deportistas, porque vale, no es que yo sea el atleta que más trofeos aglutine en mis vitrinas, pero ¿y mi pose y mi perfil de Adonis? ¿Eso no cuenta? Pues oiga, la Kournikova gana los mismo torneos que yo y ahí la tiene.
Por lo que no estoy dispuesto a pasar es por lo que pasó Platko, el portero húngaro del Barcelona que en 1928 jugó la final de Copa contra la Real Sociedad. Es cierto que acabó inmortalizado por Rafael Alberti en su “Oda a Platko” pero le costó seis puntos de sutura de un patadón en la cabeza que le propinó Cholín, un delantero txuriurdin que al parecer no supo distinguir el balón de la sesera del guardameta (No diré nada al respecto que luego me acusan de Bilbainismo). La heroica vuelta al terreno de juego de Platko con la cabeza vendada fue lo que inspiró al autor de “Marinero en tierra”.
También Vicente Aleixandre dedicó un poema al patinaje pero no me veo yo haciendo ochos sobre unas ruedecillas tan inestables con este peso específico que Dios me ha dado.
Bueno, yo lo dejo caer, si algún Píndaro moderno escribe un soneto al futbolín o una décima a la gimnasia de mantenimiento espero que se acuerde de mi persona.
Por cierto, que no solo el deporte inspira a los poetas, sino que también la poesía ayuda a los deportistas. De hecho, no hace mucho que en un noticiario de televisión contaban cómo un ciclista ruso aprendía castellano recitando versos de Rubén Darío. Resultaba cuando menos exótico verle repasar la lección declamando con su masajista a modo de público.
Pues nada, para terminar y viendo que algunos deportistas se interesan por la poesía les dejo con un humilde poemilla de rima consonante y métrica dispar que he compuesto pensando en la selección de fútbol y que quién sabe si un día no se convertirá en himno musicado por Manolo el del bombo. Dice así:
Si no queda más remedio
Que con mis impuestos pagar a esta gente
Les exijo que al menos lo hagan decente
Para que no nos consuma el tedio.
Y si no que pongan una casilla
En la declaración de la renta
Para que mi moral quede exenta
De regalarle los cuartos a semenjante cuadrilla.
Pero si quieren que haga la ola
Denle la razón al cliente
Y que vuelva Javier Clemente
Al banquillo de la selección española.
Lo que me extraña es que siendo, como soy, un monstruo del deporte, el autor salmantino Juan Antonio González Iglesias no me haya dedicado todavía un poema. ¿Qué tiene la selección española de gimnasia que no tenga yo? ¿Por qué un poema a un lanzador de martillo chino y no a mí? Espero, señor González Iglesias que me tenga usted en cuenta en su próximo poemario sobre deportistas, porque vale, no es que yo sea el atleta que más trofeos aglutine en mis vitrinas, pero ¿y mi pose y mi perfil de Adonis? ¿Eso no cuenta? Pues oiga, la Kournikova gana los mismo torneos que yo y ahí la tiene.
Por lo que no estoy dispuesto a pasar es por lo que pasó Platko, el portero húngaro del Barcelona que en 1928 jugó la final de Copa contra la Real Sociedad. Es cierto que acabó inmortalizado por Rafael Alberti en su “Oda a Platko” pero le costó seis puntos de sutura de un patadón en la cabeza que le propinó Cholín, un delantero txuriurdin que al parecer no supo distinguir el balón de la sesera del guardameta (No diré nada al respecto que luego me acusan de Bilbainismo). La heroica vuelta al terreno de juego de Platko con la cabeza vendada fue lo que inspiró al autor de “Marinero en tierra”.
También Vicente Aleixandre dedicó un poema al patinaje pero no me veo yo haciendo ochos sobre unas ruedecillas tan inestables con este peso específico que Dios me ha dado.
Bueno, yo lo dejo caer, si algún Píndaro moderno escribe un soneto al futbolín o una décima a la gimnasia de mantenimiento espero que se acuerde de mi persona.
Por cierto, que no solo el deporte inspira a los poetas, sino que también la poesía ayuda a los deportistas. De hecho, no hace mucho que en un noticiario de televisión contaban cómo un ciclista ruso aprendía castellano recitando versos de Rubén Darío. Resultaba cuando menos exótico verle repasar la lección declamando con su masajista a modo de público.
Pues nada, para terminar y viendo que algunos deportistas se interesan por la poesía les dejo con un humilde poemilla de rima consonante y métrica dispar que he compuesto pensando en la selección de fútbol y que quién sabe si un día no se convertirá en himno musicado por Manolo el del bombo. Dice así:
Si no queda más remedio
Que con mis impuestos pagar a esta gente
Les exijo que al menos lo hagan decente
Para que no nos consuma el tedio.
Y si no que pongan una casilla
En la declaración de la renta
Para que mi moral quede exenta
De regalarle los cuartos a semenjante cuadrilla.
Pero si quieren que haga la ola
Denle la razón al cliente
Y que vuelva Javier Clemente
Al banquillo de la selección española.
9 Comments:
At 3:22 p. m., Anónimo said…
Realmente Blázquez está usted creando estilo y no sé si decir que también escuela, porque oigo a un compañero suyo en las ondas -periodista y escritor- que acaba sus comentarios sobre hechos cotidianos con una aleluya como hoy usted con Clemente y la selección de futbol. No me diga que la próxima semana le oiremos cantar o que quizás la siguiente hablará en algún otro idioma, porque es que su versatilidad es de admirar amigo mío! No deja nunca de sorprendernos // No deje nunca de sorprendernos.
At 8:19 p. m., Anónimo said…
Ay, el futbolín, qué tiempos aquellos! Veo que también compartimos ciertos aspectos oscuros de épocas pasadas!
No sé de qué te extrañas que no seas musa de poetas, si nadie puede verte en acción. La Lournikova tendrá los mismos trofeos que tu, pero ella va enseñando piernas por medio mundo y tu no enseñas ni la cara!
Tu poema me ha puesto de cierto mal humor porqué no había caido en que "la cuadrilla" roja vive de nuestros impuestos. Lo que faltaba, cada vez que oiga esos partidazos pensaré: mira qué bien invertidos están mis eurillos.
Y ojito con meterse con los txuriurdines, nuestros hermanitos del norte que tan buenas piernas (y buena gente) nos han dejado!
Por último, fracasé estrepitosamente con los e-mails. Probé en ambas direcciones y hotmail me dijo que no le venía bien de entregarlos. Me encomendaré a San Correos, a ver si hay más suerte.
Besos y saludos cordiales.
Cris
At 1:50 a. m., Carlos Blázquez said…
Querido y cada vez menos anónimo amigo:
Gracias por sus ideas, para no defraudarle he decidido que la semana que viene cantaré (algo que tampoco es nada nuevo desde que publiqué mi primer single, aquella égloga de rima profusa titulado Ana y que causó furor en Torrejón de Ardoz y Japón) y la siguente hablaremos, si le parece, en el idioma de Rimbaud y de Marlene Morreau. Si se le ocurren más cosas pida usted por esa boca que le será concedido en la medida de lo posible.
Cris, si acaso seré muso o, puestos a pedir, numen, que con estas barbazas que tengo no cuelo yo de otro género que no sea el masculino singular (sobre todo lo de singular). Respecto a lo de enseñar la cara... ¿para qué os voy a hacer pasar ese mal rato? Con los de la Real tengo un añito para meterme todo lo que pueda que la temporada que viene y al paso que van las cosas no voy a tener de qué reirme, así que de momento los del barrio ese de las afueras de Bilbao tendrán que soportar mis mofas. Por cierto, ¿oiste el programa o me apunto otro cupón para la bici de Zipi y Zape?
Saludos cordiales Gaspar Rossetti!!!!
At 8:03 p. m., Anónimo said…
Ya pensaba que estabas en la feria de Frankfurt!
Apuntate tres cuartos de punto porqué sólo oí el principio pero creo que ya he encontrado la solución a mis males.
A veces las nuevas tecnologías nos borran la memoria. De repente, el mismo sábado me acordé que en mis años mozos me grababa las canciones de los 40 Principales en cassette. El próximo programa me lo grabo! Seguro que tengo alguna cinta, aunque tenga que borrar las de Iron Maiden (la de Carmina Burana ni por vosotros la borro, lo siento). Así podré ir toda la semana escuchando el programa con el walk-man (¿funcionará aún? ¿cómo se ponían las pilas?)
He buscado el significado de numen, porqué no tenía ni idea. Tu firma se parece a la de Fabio, ¿no? jajaja.
Bueno, siempre podrá algún poeta ocioso inspirarse en esos miles de deportistas anónimos que se entregan con pasión a sus más variopintas aficiones y en sus versos podrás sentirte representado. Aunque esas barbas con un lacito...
Saludos
Cris
At 11:23 p. m., Carlos Blázquez said…
De Frankfurt nada, yo prefiero la butifarra, así que me he venido para Catalunya (aunque solo sea para llevar la contraria). Por cierto, si tienes que borrar cintas de Iron Maiden que sean las de después de Fear of the dark, cargarse alguna anterior es pecado (pecado mortal si lo eliminado es el Live after death, un LP que yo conservo en vinilo como oro en paño). Si me cruzo por Plaza Catalunya con alguien que lleve un walkman de los de cassette prometo saludarte.
At 9:38 p. m., Anónimo said…
Increible! En fin, supongo que sobra decirlo pero Bienvenido y que usted lo disfrute mucho.
Os escucho mañana (espero).
Saludos
Cris
At 4:14 p. m., Anónimo said…
Ole, ole! El invento ha funcionado! 30 segundos antes de tu intervención ha llamado una amable señorita de una compañía telefónica ofreciendo una ADSL a precios prohibitivos. Pero como lo estaba grabando lo he podido oir después.
Saludos
Cris
At 9:37 p. m., Anónimo said…
Apreciado Sr. Blázquez,
Espero que no le sentara mal la butifarra (imagino que debiadamente acompañada de sus "seques") ni que esté usted atrapado en algún tren de cercanías o peor, se haya ido socavón abajo y que su ausencia se deba a más gratas tareas pero... se le echa de menos por aquí!
Propuesta de debate: se lee más desde que Renfe va tan mal? Son los retrasos una cantera de futuros escritores, tipo JK Rowling?
Saludos y petonets.
Cris
At 12:54 a. m., Carlos Blázquez said…
Ya he vueltoooooo. La butifarra excelente, y el resto de viandas mejor aún. ¡Me he pasado los cuatro días zampando! Las propuestas de debate ya mismo las estás dejando en el contestador del programa (es una orden). En cuanto pueda colgaré la sección de esta semana que tengo un problemilla con ella. Saludos.
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