Ramiro Pinilla: Escritor.
Para situarnos hoy me van a permitir que me convierta por un instante en Sophia Petrilo, la más veterana de las chicas de oro, que siempre comenzaba sus historias diciendo aquello de...
Imagínense: Año 2007. Vitoria-Gasteiz. La Fundación Catedral Santa María organiza una serie de conferencias de escritores dentro del ciclo “Encuentros con la catedral”. Son las ocho de la tarde. Estamos en el Palacio de Villasuso en pleno casco medieval. El auditorio prácticamente lleno. Entra un señor de mediana estatura, calvo y con la txapela en la mano. Cruza el pasillo y se sube al estrado. Dos cualificadas ponentes nos hacen una breve reseña de su vida y obra. Toma la palabra el escritor para invitarnos a dialogar con él. La gente pregunta lo que se le va ocurriendo y él responde con amabilidad e ingenio. Ramiro Pinilla, a sus 84 años, consigue, una vez más, cautivarnos. Esta vez no a través de su obra sino de sus palabras.
El autor de la trilogía “Verdes valles, colinas rojas” nos habla de la época en la que fundó su propia editorial porque, a pesar de tener todas las puertas abiertas después de ganar el premio Nadal y ser finalista del Planeta, creía que se debía fomentar la literatura vendiendo a precio de coste. Así que iba de plaza en plaza, montaba su tenderete y vendía sus obras y las de sus compañeros de empresa directamente de escritor a lector.
No tiene reparo en reconocer que Libropueblo, que así se llamaba la editorial, fracasó porque al final los que se sumaban a ella no lo hacían por ideales sino porque no tenían calidad suficiente para publicar en editoriales convencionales.
Nos habla con entusiasmo del taller literario que coordina en Getxo desde hace treinta años. Dice que no todos los que asisten son escritores geniales, pero que cada lunes se van satisfechos de saber que su obra ha sido leída y criticada, a veces duramente.
Pinilla nos habla de “Las ciegas hormigas”, de “Seno” y cómo no de “Verdes Valles, colinas rojas”. La obra que, afortunadamente para nosotros, le ha devuelto al circuito comercial de la mano de Tusquets.
Una de las moderadoras, antes de dar por finalizado el diálogo, le pregunta:
- Ramiro, ¿Estás escribiendo algo nuevo?
Y Pinilla, con un gesto de resignación, responde:
- ¡Qué remedio!
Y algunos del público sonríen porque saben que esa respuesta solo la puede dar un escritor de verdad, un escritor con mayúsculas, uno de esos pocos que en vez de glóbulos rojos tienen palabras corriendo por sus venas.
Bueno, y aquí acaba el relato de Sophia Petrilo y me transformo en el presentador de Salsa Rosa porque traigo dos exclusivas:
Una: Lo nuevo que está escribiendo Pinilla es una novela policíaca basada en un asesinato que ocurre en Verdes valles, colinas rojas.
Y Dos: ¿A que no saben cómo se inició Don Ramiro en esto de la literatura? Pues ganando, con 17 años, un concurso radiofónico de relatos con una historia de quince líneas sobre Escarlata O’hara.
Ya ven, cualquier día nos sale un genio de la literatura del concurso del Punt de Llibre.*
*El concurso del programa se llama "Quince líneas" y tiene como premisa que el texto no rebase ese número. Si alguien quiere participar debe remitir su relato a puntdellibre@cadenaser.com. El tema de este mes es "Y de pronto llegó la maldita primavera" y el premio un lote de libros.
Imagínense: Año 2007. Vitoria-Gasteiz. La Fundación Catedral Santa María organiza una serie de conferencias de escritores dentro del ciclo “Encuentros con la catedral”. Son las ocho de la tarde. Estamos en el Palacio de Villasuso en pleno casco medieval. El auditorio prácticamente lleno. Entra un señor de mediana estatura, calvo y con la txapela en la mano. Cruza el pasillo y se sube al estrado. Dos cualificadas ponentes nos hacen una breve reseña de su vida y obra. Toma la palabra el escritor para invitarnos a dialogar con él. La gente pregunta lo que se le va ocurriendo y él responde con amabilidad e ingenio. Ramiro Pinilla, a sus 84 años, consigue, una vez más, cautivarnos. Esta vez no a través de su obra sino de sus palabras.
El autor de la trilogía “Verdes valles, colinas rojas” nos habla de la época en la que fundó su propia editorial porque, a pesar de tener todas las puertas abiertas después de ganar el premio Nadal y ser finalista del Planeta, creía que se debía fomentar la literatura vendiendo a precio de coste. Así que iba de plaza en plaza, montaba su tenderete y vendía sus obras y las de sus compañeros de empresa directamente de escritor a lector.
No tiene reparo en reconocer que Libropueblo, que así se llamaba la editorial, fracasó porque al final los que se sumaban a ella no lo hacían por ideales sino porque no tenían calidad suficiente para publicar en editoriales convencionales.
Nos habla con entusiasmo del taller literario que coordina en Getxo desde hace treinta años. Dice que no todos los que asisten son escritores geniales, pero que cada lunes se van satisfechos de saber que su obra ha sido leída y criticada, a veces duramente.
Pinilla nos habla de “Las ciegas hormigas”, de “Seno” y cómo no de “Verdes Valles, colinas rojas”. La obra que, afortunadamente para nosotros, le ha devuelto al circuito comercial de la mano de Tusquets.
Una de las moderadoras, antes de dar por finalizado el diálogo, le pregunta:
- Ramiro, ¿Estás escribiendo algo nuevo?
Y Pinilla, con un gesto de resignación, responde:
- ¡Qué remedio!
Y algunos del público sonríen porque saben que esa respuesta solo la puede dar un escritor de verdad, un escritor con mayúsculas, uno de esos pocos que en vez de glóbulos rojos tienen palabras corriendo por sus venas.
Bueno, y aquí acaba el relato de Sophia Petrilo y me transformo en el presentador de Salsa Rosa porque traigo dos exclusivas:
Una: Lo nuevo que está escribiendo Pinilla es una novela policíaca basada en un asesinato que ocurre en Verdes valles, colinas rojas.
Y Dos: ¿A que no saben cómo se inició Don Ramiro en esto de la literatura? Pues ganando, con 17 años, un concurso radiofónico de relatos con una historia de quince líneas sobre Escarlata O’hara.
Ya ven, cualquier día nos sale un genio de la literatura del concurso del Punt de Llibre.*
*El concurso del programa se llama "Quince líneas" y tiene como premisa que el texto no rebase ese número. Si alguien quiere participar debe remitir su relato a puntdellibre@cadenaser.com. El tema de este mes es "Y de pronto llegó la maldita primavera" y el premio un lote de libros.
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