Juglares y cantares
Cuando Presuntos Implicados cantan eso de “Como hemos cambiado” se equivocan de pleno. Porque desde el tiempo de los juglares lo único que ha cambiado en el mundo de la música es que ahora el laúd lleva enchufe y amplificador.
Si no se lo creen esperen ochocientos años y ya verán como en las universidades, además del poema de Mío Cid se estudian las canciones de Sabina. Y si me equivoco estoy dispuesto a pagar una cena a cada uno de ustedes en el restaurante más caro de Bilbao. Quedamos en la plaza Moyua dentro de ocho siglos. Me reconocerán porque estaré calvito y prácticamente en los huesos.
Bueno, también hay otra diferencia palpable entre los juglares de hoy y los del medievo: Cuando aquello nadie firmaba las canciones y ahora ni Rita la cantaora quiere perderse los beneficios de los derechos de autor y del famoso cánon... que no es el de Pachelbel precisamente.
Por lo demás tanto monta como monta tanto Per Abatt como Fito y los Fitipaldis.
Ah, pero no sólo de la lírica popular viven los cantantes, porque quien más y quien menos ha adaptado alguna vez poesía de la llamada “culta” a sus particulares modos de hacer. ¿Qué decir del camino que siguen caminando juntos Serrat y Machado o de la adaptación de las coplas de Manrique que hizo Paco Ibáñez?
Ya, vale, que un cantautor adapte a un poeta no es tan extraño. Pero ¿Y si lo hace un rockero? ¿Se imaginan a Loquillo cantando versos de Octavio Paz, Gamoneda, Salvat- Papasseit o Salinas? Pues dos discos de versiones de poemas tiene el mismo que dice eso de “Para ser feliz quiero un camión” o “Esto no es Hawai, que guay”. Y no es un caso aislado; miembros de Extremoduro y Platero y tú se unieron al poeta Manolo Chinato para editar un ele pe musicando sus textos, y hoy por hoy, este peculiar literato hace de telonero del grupo “los inconscientes” en sus conciertos.
Y si cambiamos de palo y nunca mejor dicho, tenemos el homenaje flamenco a Miguel Hernández de Enrique Morente o las incontables adaptaciones de poemas de Lorca como la genial “Leyenda del tiempo” de Camarón.
Lorca que, por cierto, viene a ser el nexo de todos los géneros musicales porque han cantado versos suyos desde los antes mencionados Extremoduro y Loquillo a Manzanita pasando por Leonard Cohen o Antonio Vega, quien, además, tiene una versión genial de un soneto de su tocayo Antonio Gala que me permito recomendarles vivamente y que se titula “A trabajos forzados”.
Podríamos seguir con los discos-homenaje a Neruda, Benedetti, Darío y demás... pero como el tiempo que tenemos es el justo para no irritarles los oídos en exceso acabaremos citando un inclasificable: Massiel canta a Bertolt Brecht... una obra imprescindible en la discoteca de todo buen freaky como sevidor.
¡Larga vida al rock&roll!
Si no se lo creen esperen ochocientos años y ya verán como en las universidades, además del poema de Mío Cid se estudian las canciones de Sabina. Y si me equivoco estoy dispuesto a pagar una cena a cada uno de ustedes en el restaurante más caro de Bilbao. Quedamos en la plaza Moyua dentro de ocho siglos. Me reconocerán porque estaré calvito y prácticamente en los huesos.
Bueno, también hay otra diferencia palpable entre los juglares de hoy y los del medievo: Cuando aquello nadie firmaba las canciones y ahora ni Rita la cantaora quiere perderse los beneficios de los derechos de autor y del famoso cánon... que no es el de Pachelbel precisamente.
Por lo demás tanto monta como monta tanto Per Abatt como Fito y los Fitipaldis.
Ah, pero no sólo de la lírica popular viven los cantantes, porque quien más y quien menos ha adaptado alguna vez poesía de la llamada “culta” a sus particulares modos de hacer. ¿Qué decir del camino que siguen caminando juntos Serrat y Machado o de la adaptación de las coplas de Manrique que hizo Paco Ibáñez?
Ya, vale, que un cantautor adapte a un poeta no es tan extraño. Pero ¿Y si lo hace un rockero? ¿Se imaginan a Loquillo cantando versos de Octavio Paz, Gamoneda, Salvat- Papasseit o Salinas? Pues dos discos de versiones de poemas tiene el mismo que dice eso de “Para ser feliz quiero un camión” o “Esto no es Hawai, que guay”. Y no es un caso aislado; miembros de Extremoduro y Platero y tú se unieron al poeta Manolo Chinato para editar un ele pe musicando sus textos, y hoy por hoy, este peculiar literato hace de telonero del grupo “los inconscientes” en sus conciertos.
Y si cambiamos de palo y nunca mejor dicho, tenemos el homenaje flamenco a Miguel Hernández de Enrique Morente o las incontables adaptaciones de poemas de Lorca como la genial “Leyenda del tiempo” de Camarón.
Lorca que, por cierto, viene a ser el nexo de todos los géneros musicales porque han cantado versos suyos desde los antes mencionados Extremoduro y Loquillo a Manzanita pasando por Leonard Cohen o Antonio Vega, quien, además, tiene una versión genial de un soneto de su tocayo Antonio Gala que me permito recomendarles vivamente y que se titula “A trabajos forzados”.
Podríamos seguir con los discos-homenaje a Neruda, Benedetti, Darío y demás... pero como el tiempo que tenemos es el justo para no irritarles los oídos en exceso acabaremos citando un inclasificable: Massiel canta a Bertolt Brecht... una obra imprescindible en la discoteca de todo buen freaky como sevidor.
¡Larga vida al rock&roll!
1 Comments:
At 10:28 a. m., Anónimo said…
Estimado Sr. Blázquez,
Me alegro que haya superado satisfactoriamente sus problemas navideños y vuelva usted a deleitarnos con su ingeniosa prosa habitual.
El próximo programa parece prometedor. Lamentablemente, un compromiso ineludible y espero que placentero, me impedirá escucharlo en directo, de manera que le ruego haga lo posible para colgarlo en éste, su blog.
Afectuosamente,
Publicar un comentario
<< Home