LO DE ALGUNOS NO TIENE NOMBRE
Si yo fuera escritor me pasaría el día tomando notas junto a la caja rápida de eso que los medios de comunicación llaman "una gran superficie" y que yo he llamado toda la vida Maxi Eroski, Caprabo o Continente. Las cajas rápidas son el sitio ideal para poner en práctica aquello del "binomio fantástico" que nos enseñaban en la EGB y que consistía en asociar dos sustantivos sin relación aparente y a partir de ahí crear una historia. Para no aburrirme mientras hago cola suelo jugar a algo parecido: Invento pequeños relatos sobre la gente que me precede y los objetos que les acompañan en la cinta transportadora.
Sin embargo en la última cola en la que formé parte algo me lo impidió. La compra de la chica que estaba delante de mí era, ni más ni menos, que el libro de Julián Contreras "Querida mamá". Y claro, en vez de imaginar historias, lo primero que pensé fue: Que gasto de papel, con lo mal que está el Amazonas.
Pero inmediatamente después mis ojos se quedaron fijos en la portada. El nombre de Julián Contreras Ordóñez aparecía al mismo tamaño que el título, pero el de Celina Fernández, la escritora argentina que ha dado forma al texto, resultaba imperceptible, si es que está por algún lado.
Valga mi ignorancia literaria para reconocer que apenas sé que esta mujer ha publicado con anterioridad una biografía de los Panchos y que es presidenta honoraria del Colegio de Profesionales de Psicología Transpersonal de la República Argentina. Que desde luego suena importante... aunque no lo sea tanto como para aparecer al mismo tamaño que el del vástago de Carmen Ordóñez.
Lo que está claro es que si en la portada apareciera la amiga Celina sin Julián Contreras, las ventas del libro no hubieran sido las mismas. Y es que, aunque sea de uno que es famoso porque su madre fue famosa porque fue hija, sobrina y mujer de toreros famosos ¡Lo que vale un nombre!
Que se lo digan si no, dejando a un lado el tema de las vísceras, a Fernando Beltrán, poeta e inventor de nombres a quien el diario El País le dedicó un curioso artículo hace unos meses. Sí, sí, inventor de nombres, han leído bien.
A Beltrán le deben su denominación la compañía telefónica Amena, el centro cultural La Casa Encendida o Faunia que antes era conocida como Parque Biológico de Madrid y que gracias al cambio ha conseguido aumentar considerablemente el número de visitantes.
Por supuesto el negocio de Fernando no es el único en su género; los americanos, que para estas cosas son muy listos hasta le han puesto nombre a esto de poner nombre: "naming" le han llamado en un alarde de ingenio. Y sepan ustedes que los precios oscilan entre los mil y los docemil euros. Suerte que de momento los de persona son gratis porque si no ya me veo llamándonos a silbido limpio.
Lo dicho: ¡Cuánto vale un nombre! Aunque sea para saber que libro no piensa uno comprar jamás.
Sin embargo en la última cola en la que formé parte algo me lo impidió. La compra de la chica que estaba delante de mí era, ni más ni menos, que el libro de Julián Contreras "Querida mamá". Y claro, en vez de imaginar historias, lo primero que pensé fue: Que gasto de papel, con lo mal que está el Amazonas.
Pero inmediatamente después mis ojos se quedaron fijos en la portada. El nombre de Julián Contreras Ordóñez aparecía al mismo tamaño que el título, pero el de Celina Fernández, la escritora argentina que ha dado forma al texto, resultaba imperceptible, si es que está por algún lado.
Valga mi ignorancia literaria para reconocer que apenas sé que esta mujer ha publicado con anterioridad una biografía de los Panchos y que es presidenta honoraria del Colegio de Profesionales de Psicología Transpersonal de la República Argentina. Que desde luego suena importante... aunque no lo sea tanto como para aparecer al mismo tamaño que el del vástago de Carmen Ordóñez.
Lo que está claro es que si en la portada apareciera la amiga Celina sin Julián Contreras, las ventas del libro no hubieran sido las mismas. Y es que, aunque sea de uno que es famoso porque su madre fue famosa porque fue hija, sobrina y mujer de toreros famosos ¡Lo que vale un nombre!
Que se lo digan si no, dejando a un lado el tema de las vísceras, a Fernando Beltrán, poeta e inventor de nombres a quien el diario El País le dedicó un curioso artículo hace unos meses. Sí, sí, inventor de nombres, han leído bien.
A Beltrán le deben su denominación la compañía telefónica Amena, el centro cultural La Casa Encendida o Faunia que antes era conocida como Parque Biológico de Madrid y que gracias al cambio ha conseguido aumentar considerablemente el número de visitantes.
Por supuesto el negocio de Fernando no es el único en su género; los americanos, que para estas cosas son muy listos hasta le han puesto nombre a esto de poner nombre: "naming" le han llamado en un alarde de ingenio. Y sepan ustedes que los precios oscilan entre los mil y los docemil euros. Suerte que de momento los de persona son gratis porque si no ya me veo llamándonos a silbido limpio.
Lo dicho: ¡Cuánto vale un nombre! Aunque sea para saber que libro no piensa uno comprar jamás.
3 Comments:
At 9:09 p. m., PIZARR said…
Pues no te falta razón Carlos, porque la verdad es que leyendo los textos de muchos blogs, cualquiera tiene más capacidades para escribir que la mitad de estos famosos que ultimamente cuentan sus miserias por entregas.
Un beso
At 2:07 a. m., Anónimo said…
tienes toda la razón y además a mí me parece indecente que "los personajillos" de turno aún tienen la desfachatez de decir que "han escrito un libro"...porque al "chico" éste le escuché en su momento en plena ruta-literaria-de los corazones desguazados, eso es lo que autopublicitaba y comentaba a bombo y platillo, que había escrito un libro.
Y CELINA, QUÉ?
ël no ha escrito un libro, la obregón tampoco es guionista de series aunque por la estupideaz de ellas bien pudiera...
y me pregunto al hilo de tus reflexiones si alguna vez encontraremos pintoresnegros??
espero que no, porque entonces....me desmayo, plommm
hola, carlos, soy calle, una desconocida absoluta pero he visto aqui a pizzarr y si de algo estoy segura es de que me gusta pensarla y saber que es mi amiga, así que este sitio ha de ser bueno "por naricesss", un saludo y hasta otra
At 11:07 p. m., Carlos Blázquez said…
Gracias Calle por tus comentarios. Respecto a lo de los pintores negros... yo me iría comprando las sales para volver en sí del desmayo. Aquí el que no corre vuela o tiene un ayudante que lo hace todito todo (eso dicen de Warhol)
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